5ª SEMANA ( 4 -8 de MAYO) AZUL: PAZ/SILENCIO
(DISCÍPULOS DE EMAÚS)
Solo quedan dos, ¡Animo que casi lo
consigues ya!
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Leemos el texto siguiente.
“El mismo día, dos discípulos iban a
una aldea, llamada Emaús, que dista de Jerusalén sesenta estadios (unos 11
kilómetros), y hablaban entre sí de todos estos acontecimientos. Mientras iban
hablando y razonando, el mismo Jesús se les acercó e iba con ellos, pero sus
ojos no podían reconocerle. Él les dijo:
-¿Qué conversación es esa que tenéis mientras camináis?
Ellos se detuvieron entristecidos y,
tomando la palabra uno de ellos, de nombre Cleofás, le dijo:
-¿Eres tú el único forastero en
Jerusalén que no conoce los sucesos
que han
tenido lugar estos días?
-¿Cuáles?- les dijo Él.
-Lo de Jesús Nazareno- le
contestaron-. Fue hombre y profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y
ante todo el pueblo; los príncipes de los sacerdotes y nuestros magistrados le
entregaron para que fuese condenado a muerte y crucificado. Nosotros
esperábamos que fuera Él quien rescataría a Israel; pero, a pesar de todo, van
ya tres días desde que esto ha sucedido. Algunas mujeres de las nuestras, que fueron
de madrugada al monumento, nos dejaron estupefactos, porque no encontraron su
cuerpo y vinieron diciendo que habían visto unos ángeles que les dijeron que
vivía. Dos de los nuestros fueron al monumento y encontraron las cosas como las
mujeres habían dicho; pero a Él no le vieron.
-¡Hombres sin inteligencia y tardos
de corazón para creer todo lo que vaticinaron los profetas!- les dijo-¿No era
preciso que el Mesías padeciese esto y así entrase en su gloria?
Y, comenzando por Moisés y por todos
los profetas, les fue explicando cuanto se refería a Él en todas las
Escrituras. Se acercaron a la aldea a donde iban y Él fingió seguir adelante;
pero le obligaron a quedarse, diciéndole: -Quédate con nosotros. El día ya
declina.
Y entró para quedarse con ellos.
Puesto con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio.
Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron.
Y desapareció de su presencia. Se
dijeron el uno al otro:
-¿No ardían nuestros corazones
mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?”
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Si prefieren y tienen manera de
reproducir el video en vez de leerlo pueden ver el video.
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Contestamos a las preguntas en
nuestro cuaderno o en folios que después tendremos que llevar al cole, pero
mientras tanto podéis enviarnos las actividades para que las corrijamos a
nuestros correos electrónicos.
Preguntas:
-¿Dónde encontraron a Jesús
Resucitado?
-¿Cómo lo identificaron?
-¿Por qué no lo reconocieron al
principio?
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Reflexionamos:
Los discípulos de Emaús
caminaron y caminaron con Jesús, en cambio, no lo reconocieron. Porque en el
fondo andaban desesperanzados ante la noticia de que su maestro había muerto y
no estaba con ellos, pero en cambio Jesús Resucitó y está siempre con nosotros.
Y se queda con ellos. Muchas veces queremos verle para saber que está, pero
nuestro corazón late y lo identifica antes que con las acciones. Jesús está con
nosotros, pero hay que estar tranquilos y mirar con los ojos del corazón.
Tenemos que pararnos para poder verle en nuestro camino y para esto nos ayuda
la oración.
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Nuestro Reto:
Además de contestar a las preguntas anteriores,
debemos pararnos y pensar, nuestra tarea consiste en dibujar dos manos unidas
en un folio, como las que ponemos cuando rezamos. Muestro ejemplo:
Nos paramos y rezamos, pero ¿por quién rezamos
en estos momentos? Vamos a dibujar en el interior de nuestras manos por las
personas que tenemos presentes y por quien pedimos, por ejemplo: por los
sanitarios, por las personas mayores, por los enfermos del Covid-19, por los
niños que no tienen qué comer, etc.
Una vez que terminemos rezamos un
Padrenuestro y le pedimos a Dios por todas estas personas. Las coloreamos de
azul que es el color de esta sesión.
Recordad que para cualquier duda podéis contactar con
nosotras en los siguientes correos:
¡¡¡¡¡VAMOS QUE YO NO OS QUEDA CASI NADA!!!!!!
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